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Ya hablamos del duelo migratorio en los que se van, pero ¿qué pasa con los que se quedan? ¿Acaso los que se quedan no padecen el duelo migratorio?
Los que se quedan siempre son más y sean cuales sean sus razones, estas personas que deciden quedarse cuando otros se van, también pasan por un duelo migratorio debido a que se separan de sus seres queridos.
Por supuesto los que se quedan no tienen que adaptarse a nuevas culturas, idiomas y climas, pero si tienen que adaptarse a la ausencia de su ser querido, además se enfrentan a las circunstancias que se están padeciendo en el lugar donde viven y a la incertidumbre de qué pueda suceder con la persona que se va.
Parece paradójico, pero ocurre que cuando tenemos a nuestros familiares cerca, aunque no los veamos, no sentimos su ausencia, pero si sabemos que se van del país y existirán muchos kilómetros de distancia, aunque no haya pasado mucho tiempo de haberse ido, sentimos que nos morimos ¿se sienten identificados?
El duelo migratorio en las personas que se quedan deja un profundo vacío, una sensación extraña de añoranza y desconcierto, primero porque están muy lejos y no podrán verlos personalmente. Segundo, cuando los seres queridos se van, los que se quedan están confundidos, no saben si verán pronto a los que emigraron, sino que se deben conformar con un mensaje o una videollamada, sin saber cuánto se tardará esa persona en volver o si tendrán la posibilidad de viajar y verlos de nuevo.
Por otro lado las rupturas familiares generan otros inconvenientes emocionales, si la persona que se fue dejó hijos pequeños estos se sentirán tristes, enojados y confundidos, crecerán con la sensación de abandono o de vacío aunque sepa por medio de los otros familiares que este se fue a trabajar o por protección, en su mente les cuesta comprender esa realidad.
Cuando ocurre con los adolescentes, estos se desorientan, de por sí, ya están en una etapa que es muy confusa para ellos y enfrentar un duelo migratorio no es sencillo, puede ocurrir que presenten bajas calificaciones, desánimo y rebeldía.
También las parejas se han visto afectadas sobre todo cuando uno viaja y el otro se queda, ha generado rupturas e infidelidades en muchos casos. Lo ideal es que la pareja permanezca junta siempre, esas separaciones crean cambios en ambos cónyuges. Mientras la otra persona espera al que se fue o espera para irse a reencontrarse, pueden pasar meses e incluso años y eso puede hacer mella en su relación.
Ya sabemos que las migraciones traen un proceso doloroso detrás, pero hay formas de verlo desde una perspectiva más positiva. Voy a darte 8 recomendaciones para que los que se quedan puedan enfrentar el duelo migratorio
Recomendaciones para el duelo migratorio en los que se quedan
1. Acepta tus emociones y sentimientos
Es normal que tengas sentimientos encontrados: quizás sientas rabia, tristeza y dolor al saber que por la situación que sea, tu hijo (a), esposo(a) o amigo se fue de tu país, pero te aseguro que para esa persona no fue fácil tomar esa decisión de irse (siempre es duro), muchas personas juzgan sin realmente conocer las razones por las que el otro toma la dura decisión de emigrar y aunque la sepas esfuérzate por entender, respetar y apoyar su decisión. Y sobre todo acepta tus sentimientos, no te reprimas expresar lo que sientes y de desahogarte. Esto te ayudará a entender que estás en una etapa de tu duelo que pronto pasará y lo procesarás adecuadamente.
2. Desea lo mejor a quien se va
Se ha visto un fenómeno entre los familiares que se quedan, por el dolor de que la persona se haya ido dicen cosas como: “No le va ir bien, ese se viene pronto”, “No se va adaptar, ojalá y se regrese”, pero si amamos a una persona sinceramente deberíamos desear lo mejor para ella, no desearle mal sólo porque lo queremos cerca.
Recuerda todo el sacrificio que implico irse, todo lo que dejó atrás y todo lo que puede estar viviendo fuera de su país, ora mucho por ese que se fue y amas, deséale lo mejor siempre a los que se van, aunque duela si una persona decide irse, apóyalo. No sabemos si en un futuro sea cualquiera que se quedó el que termine emigrando también.
3. Mantener constante comunicación
¡Gracias a Dios vivimos en una época tecnológica! eso es un factor valiosísimo para mantener una buena comunicación con nuestros familiares, existen muchas aplicaciones y redes sociales que pueden ayudar a que las distancias se acorten. Escribe, envía notas de voz, haz videollamadas. Ya la distancia no es excusa para estar lejos de nuestros familiares.
4. Reemplaza tus pensamientos desesperanzadores
Sabemos que la mayoría de los que se van están luchando para ayudarse ellos y ayudar a los que se quedan, en ese lapso de separación puede ocurrir que te invadan pensamientos negativos, te puede invadir el miedo pensando que no se volverán a ver o que falta mucho para lograrlo, pero esos pensamientos no ayudarán a que tu espera sea sosegada, te insto a que cuando te ocurra pienses de forma más optimista, sin olvidar los sacrificios que los que emigran están haciendo, estando en un país que no es el suyo y comenzando de cero.
5. Usa frases de ánimo
Una frase de ánimo siempre reconforta el espíritu y hace que quienes estén afuera tengan valor para seguir adelante. Recuerda los motivos por la que esa persona se fue, también recuerda que no todos los cambios son negativos, hay cambios para bien y esa persona se fue con la mayor de las ilusiones de que su cambio fuera positivo, no sólo para ella, sino para ti que te quedaste.
6. Haz otras actividades y ocupa tu tiempo
Estar activo en distintas actividades te ayudará a estar ocupado, productivo y distraído, entonces sentirás menos la ausencia de quien se fue. Plantéate hacer cosas nuevas y diferentes, cosas que te gusten y te generen satisfacción, establece nuevas metas, proyectos y tareas. Aprovecha de compartir y fortalecer los lazos con otros familiares y amigos que se hayan quedado en tu país. Estos te ayudarán a no estar tan ensimismado en el dolor y la tristeza de quien se fue.
7. Haz planes para visitarlo
Algo que puede ayudarte a subir ese ánimo, es visualizarte yendo a visitar a tu familiar que emigró al país donde se fue, en caso de ser posible. Eso te dará el ánimo de un pronto reencuentro y además podrán disfrutar unas temporadas juntos y tendrás unas merecidas vacaciones. No pienses que es imposible, para Dios todas las cosas son posibles, no hay que ver para creer sino creer para ver.
8. Busca ayuda si lo necesitas
Quien despide a un ser querido que se va a otro país vive un proceso de duelo, o dolor. Cada uno lo padece de forma diferente, hay personas que rápidamente logran adaptarse y seguir adelante a pesar de la ausencia del que se fue, pero hay otras que no superan ese vacío que les dejo el migrante. Si te encuentras en un callejón sin salida, si sientes que a pesar del tiempo te cuesta superar la ausencia, te invito a buscar ayuda psicológica. No es exagerado, no es innecesario, puedes sumirte en una depresión severa si no lo tratas rápidamente.
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