El Agradecimiento y sus beneficios psicológicos

¿Te resulta difícil identificar (sobre todo en estos tiempos) las cosas buenas que te ocurren cada día? ¿Estás centrado sólo en las situaciones negativas que te pasan? ¿Cómo te sientes cuando otros reconocen o no lo que has hecho por ellos? ¿Agradeces lo que los demás hacen por ti o se te olvida?  Si respondiste afirmativamente a algunas de estas interrogantes, no te vayas corriendo, continúa leyendo que de seguro este artículo será de mucha utilidad para ti.

La gratitud es una sensación de estima y de querer corresponder un favor o beneficio que nos han dado, puede implicar simplemente la intención de hacernos un bien, aunque éste no se haya podido efectuar. El agradecimiento es reconocer, valorar y expresar de corazón lo que otros nos dan y hacen por nosotros.  Es mostrar aprecio y contentamiento por lo que recibimos y expresarlo, aunque sea algo pequeño o cosas que a veces damos por sentado.

Muchas personas ven el agradecimiento como un simple acto de cortesía, pero es más que ser educado. El agradecimiento debe ser expresado, porque de nada sirve “sentir” agradecimiento y no mostrarlo ni decirlo. Cuando se demuestra produce una agradable sensación. Se puede comparar a una buena comida, que se disfruta más cuando se comparte. El ser agradecido es una cualidad que tienen muchas personas, otras no lo tienen tan desarrollado, pero es algo que se puede desarrollar, podemos esforzarnos conscientemente para ser agradecidos.

La Psicología Positiva, ha estudiado este rasgo del agradecimiento, por ejemplo, en un estudio efectuado en la Universidad de California, en Los Ángeles, EE.UU.  Han descubierto que las muestras de gratitud tienen efectos positivos tanto en nosotros como en las personas que lo reciben, mejorando el estado de ánimo, la forma como se perciben las cosas y lo más potente es que transforma positivamente la actividad cerebral, generando una sensación de bienestar y alegría.

Otro estudio realizado por la Universidad de California, bajo la dirección del Dr. Robert A. Emmons,  evidenció que las personas que practican la gratitud tienen una mejor salud física y mental, además que  se percibe un aumento en su rendimiento laboral cuando reciben reconocimiento y  agradecimiento  por su trabajo,  hasta  una hora y media más que el empleado promedio. Inclusive en esta misma investigación  se descubrió  que los participantes que hicieron todos los ejercicios de gratitud previstos en el estudio, brindaron más apoyo emocional a quienes los necesitaban que quienes no lo hicieron.

También hay una tercera investigación a la que me gustaría hacerles  referencia, fue llevada a cabo por la Universidad George Mason, la cual reveló que las personas que experimentaban mayores niveles de gratitud también tenían mayor nivel de Resiliencia, es decir una mayor entereza y una actitud más positiva para enfrentar las adversidades o situaciones estresantes. 

Cuando agradecemos de corazón es porque nos hemos detenido a pensar hasta en las cosas más simples, a veces se nos olvida por ejemplo que respiramos, que hemos comido, si tenemos donde dormir, o que nuestros familiares están vivos y nos concentramos en lo que no tenemos. El no agradecer hace que  olvidemos que tenemos cosas buenas e incluso muchas que quizás otros no tienen, por ejemplo, te puedes quejar de tus padres, mientras que otros no tienen a sus padres vivos, o puedes quejarte de comer lo mismo y otros no tienen ni qué comer.

Beneficios del agradecimiento 

• Cambia tu actitud de negativa a positiva.
• Transforma relaciones y fortalece vínculos familiares, amistosos y amorosos.
• Te hace sentir más feliz y optimista, es decir,  es una excelente vacuna contra el pesimismo.
• Te sientes menos deprimido, menos estresado y más satisfecho con tu vida.
• Hace que te concentres en el presente.
• Eleva tu autoestima, confianza y seguridad.
• Te hace valorar las pequeñas cosas de la vida.
• Te ayuda a amar y aceptar a las personas.
• Te conecta con la vida.
• Te ayuda a cultivar pensamientos y acciones positivas.
• Ayuda a reconocer los esfuerzos de los demás y los tuyos.
• Evita que seas quejumbroso y negativo.
• Mejora tu salud mental y física.
• Tienes más propósito en la vida, y aceptación de ti mismo.
• Te sientes más motivado para buscar ayuda de otras personas.
• Desarrolla la resiliencia

Cómo Desarrollar el agradecimiento

A continuación, te voy a recomendar algunas actividades que puedes realizar cada día para desarrollar aún más el agradecimiento.

1. Mira a través de tu ventana.

Toma unos minutos y mira por tu ventana, haz conciencia de las cosas positivas que ves y sientes a través de ella: damos por sentado el oxígeno, el sol, la luna, las plantas, las flores, los sentidos, los sabores y olores agradables. Por eso es bueno que todos los días oremos y agradezcamos por esas cosas que parecen inmutables, pero que hoy están allí gracias a que Dios nos las dio. Te sugiero que hagas una lista de todas esas cosas que tienes y agradezcas al Creador.

2. Haz un registro diario de agradecimientos. 

Haz una lista escrita al final de cada día, de al menos tres (3) cosas positivas que hayas vivido o te hayan ocurrido y colócala en un lugar visible. Es una manera de recordar lo mucho que se nos ha dado y lo mucho que tenemos. Además,  al reconocer todas las cosas por las que estamos agradecidos se demuestra nuestro nivel de madurez como personas y nos aporta los beneficios antes mencionados.

3. Escoge tres personas cada día y dale las gracias.

Piensa en las cosas que hicieron por ti hoy o recibiste cada día, empezando por Dios y pasea con tu mente por todas y cada una de las personas que tuvieron un gesto amable contigo. Por ejemplo, en el supermercado la persona que te brindó un servicio, alguien que te dio una información, quién te mantuvo la puerta abierta para que tú pasaras, una llamada de algún familiar o amigo, alguien que te dio una información sobre donde conseguir un producto que estabas buscando, si recibiste ayuda para preparar los alimentos, te sirvieron la comida o recogieron el plato ¡da las gracias!

4. Practica el dar gracias en el entorno familiar:

Reconoce lo que hace cada miembro de tu familia, todos se benefician cuando cada uno es agradecido. Mientras más muestras de agradecimiento se dediquen los esposos, mejor se sentirán, aunque sea su deber hacerlo. Practica el ser detallista de las cosas positivas y amables que hace tu pareja e hijos en el hogar, e inmediatamente exprésale de manera directa lo mucho que agradeces lo que hizo o dijo, será más sencillo perdonar los errores y estarán más unidos si fomentas un ambiente cálido y armonioso y motivas a que haya más colaboración si estás pendiente de tomar la iniciativa de dar las gracias.

Como padre ¿cómo puedes enseñar a tus hijos a ser agradecidos? Recuerda que ellos imitarán lo que tú digas y hagas. Por lo tanto, ponles un buen ejemplo, agradece a tus hijos si cumplen con sus actividades, enséñales a dar las gracias cuando otros hagan algo por ellos. Ayúdalos a comprender que la gratitud sale del corazón y no es simple cortesía o por salir del paso, que sus palabras pueden ayudar mucho a los demás. 

5. Escribe una carta, envía un email o mensaje de gratitud cada semana:

Escoge un día y una hora de la semana, colócalo en tu agenda y cuando llegue ese día, tómate unos minutos y piensa en las personas que en el pasado hicieron algo por o para ti, alguien que te ayudó, te dio un consejo oportuno, te brindó un excelente servicio o te guio para resolver alguna situación.  Cuando recuerdes a esa persona a quien no le habías agradecido o si lo habías hecho, pero simplemente quieres volverlo a hacer, escríbele una carta, email o nota y envíasela. Esto te ayudará a ti a sentirte muy bien, y seguramente a quien la reciba le sacará una sonrisa ¿te animas?

¿Te has agradecido a ti mismo?

De seguro también tienes muchas cosas que agradecerte a ti mismo, agradece cuando te cuidas a ti mismo, te alimentas bien para cuidarte, haces ejercicios, te arreglas, cuando amas, cuando perdonas.  

¿Piensas que es una actitud egoísta? Pues no, en absoluto, el autoreconocimiento no transige ninguna norma, sino que es un pilar básico con el que refuerzas tu autoestima.