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Si estás consciente de tus emociones, sabes cómo y cuándo utilizarlas bien, administrarlas y equilibrarlas… eres una persona que posee inteligencia emocional. El uso inteligente de las emociones es posible cuando haces que éstas trabajen para ti y no al revés, de esa forma las usas para guiar tu forma de ser, comportarte y por supuesto tomar decisiones adecuadas. Existe una gran diferencia entre hacer lo que te hace sentir bien en el momento y hacer lo que permitirá que te sientas bien contigo mismo una vez que haya pasado ese momento desagradable.
Cuando posees inteligencia emocional tienes la capacidad de identificar tus emociones y la de otros, administrarlas adecuadamente a tu favor y relacionarte positivamente con las personas que te rodean, es decir con tu pareja, tu familia, tus amigos, tus vecinos, entre otros.
¿Nace con nosotros o se desarrolla?
Afortunadamente esta cualidad se puede desarrollar con el tiempo, aprendiendo a cultivar ciertas cualidades y características. Sus principales rasgos son: La capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de posponer cuando sea necesario las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia nos derrumbe y controle nuestras facultades mentales, la capacidad de tener empatía y tener una mente abierta, ser flexible y compresivo. En otras palabras, las personas con un alto nivel de inteligencia emocional son:
Empáticas: tienen la capacidad de identificar y sentir lo que sienten los demás, de esa forma puede prestar ayuda, comprender, experimentar y conectarse con las personas.
Tienen autocontrol: pueden controlar las emociones y sentimientos, también los impulsos, aprenden a razonar antes de actuar, a meditar antes de tomar decisiones, saben reducir los pensamientos negativos por positivos.
Habilidad para manejar conflictos y el estrés: cuando una persona posee inteligencia emocional, puede actuar ante situaciones adversas, irritantes o preocupantes. Aunque el estrés es un mecanismo de reacción normal ante estas situaciones u otras, si se mantiene activo es peligroso, por eso estas personas saben regular el estrés y usarlo a su favor.
Asertivas: para la comunicación y el manejo de conflictos es importante ser asertivo, está cualidad también forma parte de la inteligencia emocional, porque implica defender tus ideas, opiniones y creencias sin necesidad de ofender a nadie, también está ligada a la escucha activa.
Estrategias para desarrollar la inteligencia emocional:
Si después de leer este tema crees te gustaría desarrollar más tu inteligencia emocional, te daré 8 pasos para conseguirlo:
1. Identifica tus emociones
Explora lo que sientes, identifica la emoción o el sentimiento que está predominando en la situación que vives, especialmente trata de reconocer qué te sucede cuando son emociones negativas, al hacerlo logras tener más claro que sientes y así puedes controlar mejor dicha emoción.
2. Busca la raíz de la emoción
Intenta comprender la causa de esa emoción o sentimiento, también trata de buscarla en otras personas, eso te ayuda a ser empático, a comprender el modo de actuar propio y de otros y así no crearnos prejuicios. Eso es útil porque entenderás de qué forma sueles actuar en determinadas situaciones y que te lo genera.
3. Deja de ocultar tus sentimientos
Cuando hablas de lo que sientes es más fácil manejarlo, en cambio si lo ocultas o disfrazas te engañas a ti mismo y eso no ayuda para que logres mejorar, y si el sentimiento es positivo también es bueno expresarlo y eso ayudará a que exista mejor relación con las personas que nos rodean.
4. Buscar y reconocer virtudes
Nuestra tendencia imperfecta nos lleva a buscar lo malo en nosotros y en los otros. Difícilmente vemos sus virtudes, por eso debemos hacer un esfuerzo y buscar y centrarnos en nuestras sus cualidades y virtudes y la de los además de reconocerlo, valorarlo y hacérselo saber.
5. Maneja el estrés y los conflictos
Podemos comparar las emociones a un carro, éste es manejado por una persona y no al revés, ¿Verdad? Así deben ser nuestras emociones, deben ser manejadas por nosotros, ellas no deben manejarnos. Controlar la ira y el estrés no es sencillo, pero hay muchas técnicas que pueden ayudarte, como la técnica de la respiración, tiempo y fuera, la oración y muchas otras formas. Si tienes alguna duda, puedes contactarme.
6. Automotívate
Desarrolla la capacidad de animarte, de autoentusiasmarte con lo que tienes que hacer para dar lo mejor de ti en cualquier tarea que desees empezar y culminar exitosamente. Repítete pensamientos de acción positiva. Por ejemplo empieza diciéndote frases como: «si puedo», «soy inteligente y capaz», «venzo los obstáculos, voy de logro en logro» etc. Aunque al principio lo sientas como una mentira o muy lejos de tu realidad, poco a poco surtirá el efecto positivo que deseas.
7. Aprende a poner límites con firmeza y amor
Es muy importante saber poner límites y hacerte valer cuando la situación lo requiera, pero es muy importante saber decirlo con el tono de voz, en el momento y lugar apropiado. Aprender a decir No cuando no podemos sin sentirse culpable, evitará fatiga, frustración y estrés innecesarios.
8. Descubre que te divierte y te hace reír
Incorpóralo en tus hábitos del diario vivir, así estarás más alegre y positivo, tendrás más ánimo y relacionará más positivamente con los demás. Haz clic aquí y contáctame.
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Excelente artículo md ayudó mucho sobre todo porque pensé que controlaba mis emociones pero lo que me ha tocado vivir me enseñó que debo mejorar a controlar bajo presión