El PODER DE LOS PENSAMIENTOS

  Si tuviésemos real conciencia de que todo comienza allí…en los pensamientos, nuestra forma de actuar fuese otra  ¿Nuestra forma de actuar? Sí, porque allí empieza la historia, los pensamientos son el “Erase una vez” que introduce a los cuentos. Por lo tanto, todo se traduce de la siguiente forma: lo que pensamos, nos hace sentir y lo que sentimos, nos hace actuar.

  Las emociones están estrechamente relacionadas a los pensamientos.  A veces decimos: «¿No sé qué  hice?  Actué sin pensar…” lo cierto es que no sentimos nada sin que antes pase por nuestra mente.  Una cosa lleva a la otra, son eslabones de una cadena, entonces es importante tomar en cuenta  nuestros  pensamientos, ya que sean  positivos o negativos repercuten en nuestro cuerpo y acciones. Es primordial entonces centrarse en lo que pensamos.

Siempre pensamos aunque no estemos conscientes

   Quizás como la respuesta que dimos fue tan rápida,  no nos percatamos cuando el pensamiento se reflejó en nuestras emociones, hasta después que  reaccionamos.  El proceso no es: sentir, actuar y pensar; sino: primero pensamos, segundo sentimos y finalmente actuamos.

Los pensamientos se construyen con las vivencias

   Las que hemos tenido durante toda nuestra vida. Las interrelaciones con el entorno familiar, laboral, social, espiritual y toda la información que entra  a través de nuestros sentidos. Por eso se dice que “cada cabeza es un mundo”, y hasta cierto punto es verdad, ya que al recibir cualquier información, la pasamos por el  filtro formado por nuestras propias interpretaciones, y generamos  nuestro criterio sobre el asunto y también una emoción o sentimiento.

Ya que los pensamientos son los que generan nuestras emociones…

  Es importante darles atención, debido a que  podemos desarrollar emociones y actitudes positivas o negativas.  Es de suma importancia construir pensamientos sanos para generar  sentimientos y estados de ánimos saludables. El cerebro  cree en todo lo que le decimos, por ello debemos reprogramarlo a nuestro favor. Si pensamos bien, nos sentiremos bien y actuaremos… ¿Sabes cómo?

Cuando tenemos pensamientos negativos:

   El cuerpo y la  mente obedecen al cerebro, lo complace, si repetimos ideas negativas de nosotros o de los demás, el cerebro buscará complacerte y terminarás creyendo lo que te dice o le dices a los demás, eso moldeara las emociones y acciones. Podemos ilustrarlo con una persona negativa que vive repitiéndose que “no sirvo  para nada”, lo más probable es que llegue a convencerse tanto de eso que no logre sus metas. Además crea prejuicios hacia los demás, etiquetas, vive quejándose y ve todo oscuro y pesimista.

   Otra forma en la que afectan los pensamientos negativos, es en la salud mental, emocional y física. En su mayoría se refleja como ansiedad, la mente entra en combate, se encuentra confundida, desorientada, por lo tanto no sabe darle solución, por eso se disparan los sentidos de alerta en nuestro cuerpo y se comienza a sentir malestares mentales y físicos para advertirnos que algo anda mal.

Cuando tenemos pensamientos positivos:

   Si piensas  positivo pasa todo lo contrario, cualquier situación que estés viviendo la podrás superar, buscarás soluciones y  no crearás  más problemas. Cuando una persona es resiliente, positiva y optimista tiene mejor salud mental, emocional y física. Lo ilustramos con alguien que a pesar de pasar por problemas graves aún sonríe, sigue su vida y sus actividades. Cuando una persona es positiva expresa emociones de alegría, felicidad, optimismo y esto genera que otras personas a tu alrededor también se sientan bien.

   El simple hecho de sonreír elimina tensiones en el cuerpo, cuando te sientas triste sonríe, eso enviará una señal a tu cerebro que ayudará a mejorar tu estado de ánimo, hazlo cada vez que sea necesario. Rodéate de personas optimistas, y sonríe con frecuencia, eso te ayudará a proyectar cosas buenas, la alegría se contagia como las otras emociones, por eso es bueno que busques de estas compañías y  mantengas la sonrisa. Comprobarás que te sentirás mejor, con más ánimo.

 ¿Podemos modificar nuestros pensamientos?

   Maravillosamente sí. Aunque nuestra mente está trabajando constantemente sin descanso, tenemos la capacidad de modificar lo que pensamos, nuestro cerebro está diseñado con plasticidad que permite que cambiemos y nos flexibilicemos de modo que podamos modificar paradigmas, pensamientos e ideales.

  Si tenemos pensamientos tóxicos podemos modificarlos conscientemente y sustituirlos por pensamientos positivos que nos lleven a sentirnos bien  y a ser mejores. Aunque no es de un día para otro, puedes entrenar tu mente para que puedas filtrar las cosas tóxicas, identificarlas, haz conciencia de daño que te hacen y  despacharlas, despedirte de ellas,  de modo que no se queden en tu mente y te perjudiquen.

  Si  percibes que normalmente eres una persona negativa, y tienes dificultades para encausar adecuadamente esos pensamientos y sentimientos, te ofrezco ayuda profesional OnLine, contáctame haz clic aquí .

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