EL CHISME ¿te gusta, te entretiene o le pones límites?

Es culpable de separaciones, hace daño en la familia, amistades, relaciones de pareja, causa enemistades, enfrentamientos y prejuicios. Muchos dicen que el chisme no les gusta, pero les entretiene, pero ¿qué precio se paga por entretenerse un poco? ¿Cómo afecta?

Se define chisme como una murmuración o cuento alrededor de algo o alguien que mayormente suele ser negativo porque está basado en suposiciones y prejuicios, es charlar ociosamente sobre cosas que no nos competen y esparcir esos rumores.  Es decir, que mucho de lo que se comenta no es comprobado y causa un enorme daño o impotencia a la persona protagonista del chisme.

Origen  del chisme

En todas las épocas y lugares ha hecho su aparición este fenómeno social. Psicológicamente tiene su origen en la infancia. Si el niño en su hogar o el ambiente que lo rodea ve a adultos que chismean, puede llegar a adoptarlo como algo normal y cotidiano, aprendiéndolo y copiándolo en su vida infantil y adulta. Los niños aprenden más por lo que ven de sus padres o adultos que los rodean, que por lo que le dicen que deben o no deben hacer.

También ocurre que  si un niño es criticado, humillado, maltratado física y verbalmente  crecerá  con una baja autoestima, inseguridad, resentimiento, envidia e ira. Quizás tienda en su vida adulta a hablar de otros.

El chisme es realmente nocivo

Este fenómeno es negativo y dañino no sólo para la víctima del chisme, sino para quien lo reproduce. Aunque una persona hable de algo que realmente es cierto, seguramente al agraviado le resultará desagradable que sus cosas personales estén de boca en boca. Así mismo, si la otra  persona se gana la fama de “chismoso” su reputación se perjudicará y le costará crear relaciones estables de cualquier tipo con las personas que lo rodean. 

Es difícil convivir y hacer nexos con la persona chismosa. En algunas ocasiones el chisme puede ser una crítica aparentemente sin importancia, pero dependiendo del grado de malicia con que se difunda,  los daños podrían ser irreparables para la víctima.

¿Qué hacer ante un chisme?

Si sabes que eres víctima de un chisme tienes 2 opciones: si conoces a la persona que lo difundió, te recomiendo que converses  con ella y  aclares el asunto. Pregúntale qué dijo exactamente, por qué motivo lo dijo, hazle saber cómo te sientes, cómo te  afecta ese chisme y lo que te gustaría que hiciera. Conversen y  aclaren la situación.

La otra opción es que si el chisme  no es algo grave ni va en detrimento de tu persona, no le hagas caso, pronto será como   noticia de un periódico de ayer, irrelevante, la verdad siempre saldrá a relucir, no te coloques en la misma posición de chismoso. 

La mejor manera de frenar el chisme, es que al venir a contarte un rumor, no des cabida ni pie para que hablen contigo de otra persona, cambia el tema y comenta algo bueno de esa persona buscándole el lado positivo. El chisme se alimenta si tú le das de comer. No permitas que te hablen de otras personas cosas negativas y nada de lo que esa persona no sería capaz de decirlo delante de la víctima.

Y si eres tú el chismoso y quieres cambiar…

• Piensa bien antes de hablar, no repitas todo lo que escuches y si no estás seguro menos y aunque lo estés, piensa en qué puede beneficiar que otras personas lo sepan.
• Habla lo que pudieras decir delante de la persona a quien quieres mencionar.
• Imagina que eres vigilado aunque no sea así y así evitarás decir cosas inadecuadas de alguien.
• Cultiva la cualidad de la discreción, una manera de hacerlo es no hablar de la vida de otras personas, si conversas con alguien que sean tus propias cosas o la de la que te está escuchando y así evitarás dañar a una tercera persona.
• Evita involucrarte en chismes, frena los malos comentarios de alguien por buenos y así le quitas credibilidad a lo que te querían contar.
• Piensa cómo te sentirías si alguien comentara de ti lo que tienes ganas de contar de alguien.
• Sé precavido porque hasta con las mejores intenciones puedes decir algo que dañe a otro.

Quiero compartir contigo una reflexión del libro “La Culpa es de la Vaca”  llamada “Las tres rejas”:

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice:

– Oye maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…

– ¡Espera! – lo interrumpe el filósofo – ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?

– ¿Las tres rejas?

– Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?

– No. Lo oí comentar a unos vecinos.

– Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?

– No, en realidad no. Al contrario…

– ¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?

– A decir verdad, no.

– Entonces, dijo el sabio sonriendo. Si no sabemos si es verdad ni bueno ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

 Espero te sirva de ayuda y puedas también ayudar a otros compartiendo este tema en las redes sociales a tus amigos y familiares y si crees que tienes este problema o  te está afectando algún chisme y quieres afrontarlo efectivamente Contáctame, brindo ayuda profesional OnLine.