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¿Te has preguntado cuán fácil o difícil es realmente lograr los objetivos? ¿Eres de los que posterga las tareas? ¿Piensas en el montón de cosas pendientes que tienes y abrumas tu mente? ¿Quieres elegir las tareas o metas por orden de importancia y establecer cómo y cuándo quieres cada resultado? Aquí te diré cómo lograrlo.
Llevamos a cabo una serie de procesos mentales que responderán al lenguaje que utilicemos. Si piensas: “¡Qué flojera ordenar mi oficina!” o «¡No creo que logré esta meta u objetivo!» tu cuerpo reaccionará con aburrimiento y desgano para no hacerlo. Por tanto, te recomiendo que pienses con un lenguaje que te llene de energía, algo como: “Lo hago rápido y sin esfuerzo” «Puedo lograrlo, soy capaz». La clave está en dirigir nuestros pensamientos con un lenguaje positivo y palabras de acción.
Se ha comprobado que si los objetivos son limitados, los resultados también serán limitados. También pasa al contrario, cuando la mente tiene un objetivo definido se enfoca y dirige hacia él, puesto que mente y cuerpo se programan hacia la misma tarea y acción. Te daré 4 claves para lograrlo:
1. Sustituye las palabras
Piensa en cuántos objetivos o tareas has pospuesto y cuál ha sido tu lenguaje respecto a ellos. Escoge una. Cambia las palabras que te sabotean por otras que sean positivas y de movimiento. Y verifica cuál es el resultado, lo más seguro es que sea diferente al anterior. Aprovecha esa automotivación y aumento de energía para ejecutar la tarea en la que pensaste.
2. Visualiza el logro de tus objetivos
Visualízalos con todos tus sentidos. Detalla cómo se verá, lo que te dirán otras personas, lo que sentirás cuando esté terminado. Así le enseñas a tu mente lo que deseas y será más fácil lograr tu objetivo, pues tu mente está de tu lado.
3. Piensa en qué quieres lograr
4. Colócalo por escrito
Cuando escribes tus metas, las fijas no sólo en el papel, sino en tu mente, además, al tenerlas en papel, podrás ponerla en un lugar visible, las leerás de nuevo y recordarás trabajar en ellas. Puedes modificarlas si consideras que le faltó algo o colocaste algo de más. Es recomendable también escribir las submetas, todas las acciones que emprenderás, los pasos a seguir; también es importante colocarle fecha, porque si no lo haces, podrías tener la excusa perfecta para posponer y no lograr lo que quieres.
Por ejemplo:
Mi meta: Conseguir empleo
Fecha: Desde _____ hasta ________ (1 mes)
Pasos a seguir:
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