5 estrategias para lograr MANEJAR LAS PREOCUPACIONES

La preocupación es un estado de angustia o intranquilidad que se produce por algún acontecimiento, persona o asunto generando zozobra o nerviosismo.

La preocupación es útil cuando la usamos para accionarnos y resolver problemas. Cuando la preocupación es constante deja de ser útil y se convierte en algo bien negativo para el desarrollo en cualquier ámbito de la vida. También al ser excesiva nos agota emocionalmente, acaba con nuestra energía, genera tensión y puede causar no sólo depresión y ansiedad sino también malestar físico desde dolor de cabeza hasta problemas digestivos.

Cuando la preocupación se vuelve crónica, es porque adquiriste la creencia de que no puedes dejar de hacerlo, porque si no te preocupas eres irresponsable. Sin embargo la realidad es que si te preocupas en exceso no alargarás ni te darás un día más de vida, sino todo lo contrario la preocupación desmedida puede afectar tus nervios y restarte calidad de vida, por eso te traigo unas recomendaciones para que aprendas a manejar las preocupaciones y ponerles límite.

1. Busca un momento del día

No se puede negar que todos tenemos problemas y es normal preocuparse , pero no podemos estar todo el día pensando en ello, por eso te recomiendo que escojas un momento del día para pensar en eso que te preocupa, si tiene solución, escribe todo lo que puedes hacer para solucionarlo y pon en práctica las estrategias que has creado.

2. Utiliza recuerdos positivos

Cada vez que venga a tu mente pensamientos inquietantes oblígate a pensar en otra cosa, para que no te preocupes en exceso y no dejes de hacer lo que estas realizando en el momento, ya que la preocupación excesiva te hace menos productivo. Si estas fuera del tiempo que estipulaste para pensar y solucionar lo que te preocupa, busca otros pensamientos positivos que no te pongan ansioso.

Muchas de las preocupaciones vienen a la mente en la noche obstaculizando el sueño, si eso ocurre toma un pequeño descanso para no preocuparte durante unos minutos y obliga a tu mente a pensar en cosas positivas que te han ocurrido, situaciones en la que hayas estado feliz, relajado o en bienestar, eso te ayudará a disminuir los pensamientos preocupantes.

3. ¿La solución depende de ti?

Si lo que te preocupa puedes solucionarlo, entonces ¡manos a la obra!, pero si no depende de ti, piensa qué opciones tienes para protegerte y fortalecerte y una vez que hagas lo que sí puedes hacer, deja de pensar en ello, no robes tiempo a lo que si puedes hacer y solucionar.

4. Habla con alguien de confianza

Es recomendable que cuando tengas muchas preocupaciones las compartas con alguien en quien confíes, eso te ayuda a aligerar la carga y como “en la multitud de consejeros, hay logros” lo más seguro es que la persona también te ayude a buscar soluciones y si no, por lo menos compartiste tus inquietudes y te desahogaste.

5. Vive el aquí y el ahora

Preocuparse es angustiarse por algo que no ha sucedido, por eso te recomiendo que vivas el momento, enfócate en lo que vives en el presente, porque mientras más te concentras en lo que haces hoy, lo realizas bien, con más atención y dedicación, vives mejor y eso ayuda a solucionar conflictos.

Si eres de las personas que tiene preocupaciones excesivas y te está restando paz y tranquilidad, habla con tu terapeuta sobre esas preocupaciones, recuerda que yo en todas partes del mundo realizo sesiones online a personas hispanohablantes. Espero que te guste el artículo y recuerda compartirlo en tus redes sociales a familiares y amigos para que seas multiplicador de cosas positivas, un abrazo.

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